Mi nueva ruta

Mi progreso:

viernes, 18 de noviembre de 2011

Por qué creo que me estanqué

Es curioso cómo funciona la mente.

Estoy preparando un curso acerca de la abundancia económica (falta o presencia) y de cómo nos programamos para que nuestros sueños se cumplan (o para que no se cumplan, la mayoría de las veces). Y veo que en esto de la dieta y del trabajar para dejar de ser obesa, viene a ser lo mismo.

Hace unos años yo pesaba lo que peso ahora y, aunque hubiera preferido estar más delgada, era feliz así. Luego tuve a mis hijas y mi peso aumentó de manera alarmante, como sabéis, sin que haya manera de que yo pudiera hacer algo por evitarlo. La sensación de no-control que tenía era altísima, porque si había podido llegar a los 90 kilos sin poder evitarlo, podía llegar a pesar 100, 110 ó 120 kilos... O vete a saber, que me quedan muchos años de vida, y mucho tiempo para seguir engordando sin poder hacer nada para evitarlo.

Este verano inicié la dieta dukan con mucha ilusión, ganas, desesperación... Y fui viendo que, efectivamente, esto funciona.

Y llegué a un punto en el que me valía la ropa de antes de mis embarazos. No sé muy bien cuánto pesaba entonces, porque tenía una báscula vieja que ya tiré y que pesaba de aquellas manera. Sé que cuando me pesó la matrona por primera vez embarazada, vestida y desayunada pesaba unos 82 kilos... Vamos, como 81, por ejemplo.

Que es lo que he pesado en estas últimas semanas.

Me he dado cuenta de que al haber llegado a mi peso de hace 5 años, de que al poder ponerme mi vieja ropa, es como si hubiera dicho "ya está, para qué voy a sufrir más con la dieta, si aquí estaba yo feliz hace cinco años".

Inconscientemente, al comenzar la dieta me había programado para volver a mi peso de antes del embarazo... y ya está.

Estoy muy contenta, porque para deshacer una programación neuropsicológica de este tipo, lo primero que hay que hacer es darse cuenta de ello. Poner consciencia en el problema.

Luego, puedo utilizar diferentes técnicas de la kinesiología que me ayuden a borrar la programación y a continuar  perdiendo peso.

El siguiente paso será decidir, como decía en el post anterior, si conscientemente quiero seguir bajando peso rápidamente ahora, o si prefiero afianzar el que he logrado (como decía en el post anterior) pasándome a consolidación durante 100 días (esto cuando llegue o me acerque a los 80 kilos).

Tengo trabajo estos días mientras llego a 80, y decisiones importantes que tomar. Mientras, a ver qué tal me va con la báscula esta semana, hoy ya he empezado a ver un descenso importante. Pero esto, en otro post.

¡¡Saludetes!!

2 comentarios:

  1. Fantástico este post. Tienes muchas razón, la parte psicológica, emocional y subconsciente es importantísima. Yo dejé de hacer dieta en el momento en que todo el munod me empezó a decir que se me veía muy bien, que estaba estupenda (no lo estaba del todo, pero había perdido 14 kilos y se notaban mucho). Se ve que solo quería eso, en cuanto obtuve la aprobación externa por mi imagen empecé por no bajar más, y acabé dejándolo.
    Ahora lo retomo y bajo, pero no por lo que digan los demás de mí, por lo que yo deseo para mí.
    ¡Gracias por tu reflexión!
    Azu

    ResponderEliminar
  2. Muy bien Azu!! Como comento en otro post anterior, a mí ya me han dicho que estoy bien, que no baje más, ¡¡y todavía me quedan 20 kilos para llegar a mi peso justo!!

    Qué importante es saber cuáles son las propias metas, es el primer paso para poder llegar, no?

    De todas formas, en tu caso también pudo ser una manera de hacer un alto en el camino, de descansar de la dieta. Nadie dice que tengamos que hacer el camino de una sentada. Podemos parar en cualquier momento y luego seguir.

    Me parece muy bien que hayas decidido continuar, y que además hayas descubierto que lo que quieres para ti no siempre coincide con lo que los demás quieren.

    Un abrazo muy fuerte!!

    ResponderEliminar